sábado, 30 de octubre de 2021

LAS MILICIAS O EJERCITOS


LAS MILICIAS O EJERCITOS



LAS MILICIAS

En español, milicia puede referirse a hacer la guerra y disciplinar a los soldados para ella, al servicio o profesión militar o a un conjunto de tropa o gente de guerra.1
Sin embargo, el término milicia se ha utilizado también, en un sentido más restringido, para referirse a una fuerza militar compuesta solamente de ciudadanos, los cuales se dedican a la defensa de su pueblo o nación, la aplicación de la ley de emergencia, o para militares de servicios, en momentos de emergencia, y que no reciben ningún salario regular ni se han comprometido a un plazo fijo de servicio. Se trata de una polisemia con múltiples significados distintos pero relacionados.
En general, una milicia es el grupo formado por la unión de civiles normales que se organizan para proporcionar defensa o servicios paramilitares a una causa o región, sin recibir paga de forma regular o estar adscritos a la misma por un período prefijado (a diferencia de un soldado regular), y de forma voluntaria (a diferencia de los miembros de una leva o reemplazo obligatorio). El miembro de uno de estos grupos es, por extensión, un miliciano.
La milicia puede comportarse ocasionalmente como ejército regular o como guerrilla, según la relación de fuerzas que tenga con cada oponente en concreto.
Pero ahora para entender mas sobre este tema en lo que respecta al ámbito colonial lo dividiremos en dos partes.
Sin lugar a dudas, las preguntas formuladas desde la nueva historia política ubican al estudio de las milicias decimonónicas en un lugar central. Estos cuerpos cívicos-militares, integrantes de los descentralizados y complejos ejércitos hispanoamericanos del siglo XIX, participaron de la vida política, se erigieron en espacios de construcción ciudadana y en ámbitos de conexión entre gobernantes y gobernados, entre el “pueblo” y la república. Su funcionamiento, organización y composición interna hicieron evidente el contraste entre los diferentes tipos de fuerzas que integraron los referidos ejércitos. Además, acuñaron un particular sentido de defensa que impulsó acalorados debates políticos en torno al problema de la construcción de una fuerza pública y nacional, en las nacientes repúblicas hispanoamericanas.
¿Qué eran las milicias? En los últimos años, buena parte de la historiografía se ha encargado de contribuir con una definición de este tipo de cuerpos, muchas veces confundidos o superpuestos con otras fuerzas militares desarrolladas en Hispanoamérica. Por su estructura y funcionamiento, se diferenciaron del servicio regular-profesional y del posterior sistema de conscripción obligatoria implementado en el siglo XX. Las milicias funcionaron como cuerpos auxiliares del ejército regular, convocadas y movilizadas eventualmente cuando las circunstancias así lo demandaban. Estaban integradas exclusivamente por ciudadanos que mediante su enrolamiento sellaban su compromiso con la defensa de su patria. Organizadas desde tiempos coloniales, durante los años de las revoluciones de independencia funcionaron como cuerpos cívicos-urbanos auxiliares de los ejércitos revolucionarios. En este contexto, su composición social se amplió e incluyó a gran cantidad de habitantes de las ciudades, muchos de ellos no portadores de las calidades vecinales exigidas durante la colonia. Justamente, las variadas características de sus integrantes, el alto número de enrolados, sus funciones vinculadas con la defensa de la ciudad y sus instituciones y todo esto en combinación con la ya conocida faccionalización de los ejércitos revolucionarios se constituyen en razones que explican la íntima relación entre las milicias y la vida política revolucionaria. Asambleas cívico-militares, pronunciamientos y elecciones fueron ámbitos de acción privilegiados por las milicias, convocadas por comandantes rebeldes o por la propia institución capitular, aún vigente en esos años. En calidad de milicianos o “cívicos”, gran cantidad de habitantes protagonizaron los acontecimientos políticos desarrollados durante las revoluciones de independencia, y entraron en contacto con el naciente escenario republicano en Hispanoamérica.


EL EJERCITO

El ejercito en la época colonial: Los primeros antecedentes de la llegada del ejército español al territorio americano fueron con las huestes de la conquista de los territorios de Ultramar. El 18 de noviembre de 1518, Hernán Cortés partió del puerto de Santiago de Cuba, su armada estaba compuesta de 518 infantes, 16 jinetes, 13 arcabuceros, 32 ballesteros, 110 marineros. En el trascurso de su campaña, su efectivo se vio reducido considerablemente a causa de las imperiosas condiciones del viaje.
El 27 de febrero de 1519, llegó la expedición de Cortes a Cozumel, durante los primeros meses avanzó hacia la región central. El 8 de noviembre de ese mismo año, inició la incursión a Tenochtitlán con 400 españoles, 15 caballos y 7 cañones. A partir de ese momento y durante todo el periodo Virreinal llegaron de forma constante cientos de hombres de armas, huestes expedicionarias y milicias de origen novohispano.
El Gobierno Virreinal se fortaleció de manera paulatina, uno de los mecanismos para mantener el orden fue adoptar la estructura del sistema de administración de la Corona Española, para el efecto fue nombrado un Virrey como autoridad del Rey en Ultramar, durante el siglo XVI, recibió el cargo de Capitán General en el que le fue conferido el mando y la organización de las Fuerzas Armadas y de las Flotas Navales.
Una de las funciones de las que estaba encargado el Virrey era de reclutar y avituallar a sus fuerzas, además de construir, conservar y sostener los presidios y fortalezas. Asimismo debía solucionar problemas relacionados con la justicia militar, cargo del que recibía apoyo del auditor de guerra quien también se desempeñaba como uno de los oidores de la Real Audiencia o era asesorado directamente con la junta de guerra.
El Virrey podía delegar responsabilidades en los gobernadores al otorgarles la  distinción de Capitán General y a los Alcaldes Mayores norteños como Capitanes a Guerra para ejercer funciones de jefes militares en su respectiva jurisdicción, entre otros lugartenientes. En el norte, los misioneros también participaron en los trabajos de defensa de la zona, además de la presencia de especialistas militares que auxiliaban las labores de defensa y construcción, como lo fueron los Ingenieros Militares.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Viridiana Escalante

Author & Editor

Has laoreet percipitur ad. Vide interesset in mei, no his legimus verterem. Et nostrum imperdiet appellantur usu, mnesarchum referrentur id vim.

2 comments:

  1. Estas estructuras dejan mucho de q pensar, creo que estos personajes fueron de gran presencia durante la era, no conocia sobre las milicias, ahora lo tengo claro.

    ResponderEliminar